martes, 26 de mayo de 2009

Virtualmente todo lo que necesitas para trabajar

Cuando una persona, una empesa, una entidad de gobieno o educativa adquieren un equipo de cómputo para tabaja, lo primero que viene a la mente es -"¿Qué tiene o qué le vamos a instalar?"-.

Para el ser humano promedio (en el caso de los mexicanos es más que obvio), trabajo significa -"...asistir a una oficina entrando a las 9:00, checar una tarjeta, salir a comer a las 14:00, regresar a las 16:00 y salir a las 19:00"-.

Seguimos visualizando y asociando "trabajo" con "asistir-a-una-oficina", así como también que solo en esa podremos acceder a la información que requerimos para trabajar.

Aunque el concepro de "red de cómputo" ya está más que entendido por quienes asisten a dicho centro de trabajo, así como también el concepto de Internet, como que aún es difícil para la gran mayoría el emparentar la una cosa con la otra, o mas bien, entender que Internet es una red de cómputo, con las mismas ó mas capacidades inclusive que la red del trabajo.

Si a lo anterior añadimos el hecho de que el personal de una oficina asocia ya ciertas marcas registradas y nombresde productos con funcionalidades de programas de cómputo (suite de escritorio = office por ejemplo), cuando se le presenta a alguien una nueva opción que le permitirá usar la Internet como red y un navegador como plataforma de trabajo, pareciera que esas personas sienten como que les queremos tomar el pelo.

Hoy, sin ir demasiado lejos, les presenté "Google Docs" a un grupo de alumnos a los que estoy impartiendo un curso de un producto que trabaja sobre un servidor de aplicaciones J2EE. Qué cara de asombro pusieron.

El asunto se puso aún mas simpático cuando les mostré en un receso, que todo lo que les estaba presentando, el material del curso incluido, estaba siendo "accedido" a través de un navegador y uno de los "productos" que el portal-buscador me permitía usar de manera gratuita.

Su cara pasó de la incredulidad al asombro y del asombro al entusiasmo. Ahora ellos estaba hábidos por saber que tanta cosa podía yo hacer con mi modesto sistema operativo gratuito, así como solamente usando las capacidades de mi aún mas modesto navegador.

Cuando entonces presenté herramientas que aprovechaban la Internet como una simple red de cómputo, el entusiasmo pasó a habidés rallando en voracidad. Ahora querían verlo todo e incluso algunos de ellos tenerlo todo.

Calculamos "a grosso modo" cuánto costaría el tener un ambiente así, llegando a la feliz conclusión que solo el costo de el equipo de cómputo, así como unos posibles $100.00 USD anuales, si optábamos por soporte y capacitación de personal.

Sin decir nada, uno de los alumnos de manera más que ansiosa exclamó con júbilo: -"...con todo esto ni es necesario estar retacado en una oficina !!! "- Mi sonrisa maliciosa y muy subjetivamente jubilosa, dio lugar a que varios asistentes llegaran a la conclusión: -"...el maestro nos acaba de vender una idea"-.

Si. Confieso que soy un vendedor de ideas. Si es delito el promover tecnologías que permiten a las personas el ser más eficientes, tener un manejo más abundante y productivo de la red y que no sea necesario estar en un "sitio de trabajo" para realmente trabajar, me declaro culpable de todos esos cargos.

También me declaro culpable de promover la virtulaización como un excelente medio para hacer aún mas productivos los ya poderosos equipos de cómputo (personales y/o servidores), así como también de promover el softwatre libre y los estándares abiertos, como una excelente alternativa para que las empresas, los directivos y empresarios ahorren en recursos informáticos.

Todo lo anterior, una vez declarado y confeso ante mis alumnos (y ahora ante Usted querido lector), de inmediato estos procedieron a solicitarme una copia de mi sistema operativo, la cual les facilité de inmediato y con mucho agrado, con la condición de que sí lo instalaran y sí lo utilizaran.

¿Cuál es la moraleja de esta historia verídica?

1. La gente joven está hambrienta por saber qué mas opciones tiene para poder realizar las actividades del "día a día".


2. Esta gente joven no tiene aún prejuicios y/o está ya manipulada y/o condicionada por marcas registradas y/o nombres de producto, lo que los hace más abiertos a nuevas y diversas tecnologías.


3. Esta nueva generación de personas que apenas comienzan sus vidas productivas, entienden más rápido y adoptan aún mas facilmente el hecho de que la Internet es un Medio de Transporte (de datos), y no un fin en si mismo.


4. Quienes conforman actualmente la fuerza laboral de este país (y de el mundo me atrevo a decir), deberíamos abrir más nuestros horizontes y no buscar en una marca y/o nombre de producto, el hecho de ser parte de un grupo o la aceptación por personas ajenas a nuestro círculo familiar, personal y/o laboral.

Tocante a este punto, creo que muchos de quienes siguen usando sistemas operativos de una marca en particular, tienen miedo de ser vistos como "extraños" o "fuera de lugar", por el hecho de que su computadora no pueda mostrar un "monito" saltando en la pantalla, un protector de pantalla de la película de moda y/o una supuesta funcionalidad que no es otra cosa que un espejismo gráfico.


5. Las empresas aunque algunas ya están comenzando a entender estos conceptos, tal vez mas por el factor económico que el funcional, deberían de empezar a revisar como también en el factor funcional sus activos en Tecnologías de Información (hardwuare, software, redes, telefonía, etc.) y como estos se verían muy beneficiados con la adopción de estándares abiertos, así también las empresas y entidades no sentirse o estar "casados per sécula seculorum", con una marca o producto.

Conclusión: Las alternativas están. solo basta con atreverse a conocerlas y por qué no, probarlas, enamorarse de ellas y ponerlas diariamente a prueba. Hay muchas y todas son altamente competitivas.

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