jueves, 16 de julio de 2009

Ecosistemas nebuloso-virtuales

Cuando en el año 1996 de manera modesta y muy entusiasta contraté mi primer acceso a Internet (dial-up obviamente con un modem 14,400 bits/seg), unos compañeros de trabajo y este humilde autor elucubrábamos ya con los alcances de la recién liberada (en México) Internet.

Ya vislumbrábamos un mundo en el que, a diferencia de la propuesta "Back to the Future" en la que se mostraban casas con equipos telefaximil (fax) instaladas hasta en el closett, todos los miembros de la familia a través de dispositivos portátiles estarían en comunicación 24x7, sin importar dónde estuviesen ó que tan distanciados uno del otro.

El futuro nos ha alcanzado y como sucede con todo material que usa la ficción especulativa, se han superado y por mucho todas y cada una de las espectativas.

Hace cuarenta años yo era un pequeñuelo de dos años y casi siete meses cuando en el humilde televisor "de bulbos" a blanco y negro de la familia, admiraba atónito el estruendoso despegue de la misión Apollo XI, que tras una breve travesía de casi tres días llevaría a una tripulación de tres hombres (Neil Armstrong, Buzz Aldrin, Michael Collins) a bordo de los ya míticos "columbia" (módulo de mando) y "águila" (modulo lunar), a posarse por primera vez en Selene, nuestro único satélite natural.

Por aquellos entonces se dispararon sendas especulaciones en las que se pensaba que para el ya lejano 2001, habría estaciones espaciales orbitales operando regularmente como puertos de paso; estaciones lunaras en las que personas estarían viviendo y trabajando, así como una raza humana habitando varios cuerpos celestes de nuestro sistema solar.

Sabemos que no sucedió tal cosa, pero algo que si evolucionó a pasos agigantados fué lo que ahora se conoce como "Tecnologías de la Información" (T.I. para abreviar).

Hemos pasado de "juguetear" con consolitas de 8 bits caseras y de oficina, crecido y desarrollado sobre plataformas de 16, 32, hasta equipos y soluciones a 64 bits con enormes poderes y alcances de procesamiento.

Comenzamos con estaciones aisladas siendo hoy ya toda una comunidad en contacto, mientras que en lo referente a sistemas operativos, pasamos de mono usuario mono tarea a un multiusuario multitarea "a lo brutal".

Hoy mi capacidad de asombro es nuevamente rebasada, al ver como ya no se puede pensar en productos o familias de productos aislados, sino en ecosistemas. En éstos ahora es posible "hacer lo que sea desde donde sea", tener información y compartir información a la velocidad de la luz.

Hoy ya no es necesario que alguien llegue de un viaje desde tierras distantes y nos relate "qué pasó", pues como en su Blog, FaceBook, Twitter y demás Software Social publicó día a día (y hasta con lujo de detalles) sus travesías, el regreso del viajero es simplemente eso. Un regreso. Ya no hay nada nuevo que contar.

Si con todo lo anterior recordamos el concepto de Cómputo de Nube, aunado al concepto de la Virtualización que nos quita toda atadura a marcas de hardware, software y/o sistemas operativos, y si lo sumamos a que ya todo esto es una realidad que podemos ver y palpar en ecosistemas como el de Google, ¿Qué o cuál es tu pretexto querido lector para no sambullirte en este océano nebuloso virtual?

En definitiva el mundo, tecnológica y comercialmente hablando, ahora es de los Ecosistemas. Quien pueda ofrecer un ecosistema estable, seguro, confiable, abierto y escalable, será el amo de las Tecnologías de Información de aquí en adelante.

¿Ejemplos claros? Ecosistema Apple con su mundo "i": iBook, iPhone, iPod, etc; ecosistema Google: iGoogle, Google Financials, Google Earth, Google Maps, Google Apps, Google Chrome browser, Google Chrome Operative System.

En conclusión: "Ecosistemísate u obsolesce"® (copyright ohtorres 2009). Crea tu ecosistema. Elije tu ecosistema, utilízalo y gózalo. La mesa está nuevamente servida.

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