martes, 2 de junio de 2009

Libre elección VS forzada coerción

En el prestigioso "Diario Ti" (www.diarioti.com) aparece hoy una nota que mas que una advertencia honesta, me pareció el mas vil y muy poco ético chantaje.

El encabezado de dicha información versa: -"Microsoft advierte contra agujero de seguridad en DirectX"-. Pero ya desde las primeras líneas de esa entrada del foro se advierte un muy sospechoso "gancho":
-"...El problema afecta versiones antiguas de Windows y por ahora no hay un parche disponible."-

Continuando con la lectura de la "noticia", se lee: -"...las versiones afectadas son Windows 2000 Service Pack 4, Windows XP y Windows Server 2003 sårbare, en tanto que Vista y Windows Server 2008 son seguras."-.

Qué casualidad, dice la letra de una norteña canción mexicana. Qué descaro y qué cachaza de los señoritos de Redmond al mandar al eter digital una "advertencia" en esos términos.

Que hermoso sería que a estos "ingenuos" muchachos les llegara vía correo electrónico una "advertencia" de su proveedor de automóviles, en el que les anunciara severos defectos en alguno de los accesorios o partes para su vehículo, pero que da la casualidad que no hay reemplazos de éstas por lo que ahora deben comprar un vehículo nuevo. Simplemente fascinante.

Yo la verdad creí que mi capacidad de asombro ante el tema Microsoft estaba mas que superada, pero hoy me doy cuenta de que las técnicas que tanto han funcionado dentro de organizaciones políticas y delictivas, siguen dando frutos.

Esta nota la comenté a mi hijo de 8 años y medio, quien de una manera ingenua y prístina me contestó: -"¿Qué eso no es hacer trampa?"-. La verdad me sentí tan orguyoso y sorprendido por la respuesta. Tanto que de mí salió una sonora carcajada que asustó al peque.

No por nada los amigos y émulos de Bill Gates, se encuentren mas que temerosos de que una Unión Europea y una American Law Institute, en la que ahora el Software se vea como un producto o servicio en el que respaldándose en un contrato, el Cliente Final puede demandar este tipo de irregularidades.

Yo pregunto a Usted querido lector: ¿Esto es justo?

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