jueves, 22 de julio de 2010

Una nueva ola para el Cómputo Social (Parte 1)

Miércoles, 30 de Septiembre de 2009 06:58

La evolución de el cómputo personal ha sido enorme e impresionante en estas últimas casi cuatro décadas. Desde el modesto nacimiento de las computadoras personales de escritorio IBM, en Boca Ratón, Florida (EEUU) en el ya lejano 1981, hasta el día de hoy en que ya hay variantes como la Tablet-PC, Notebook, Netbook, etc.

Nadie en este mundo puede negar que tenga contacto al menos una vez al día con una computadora personal. Sea un ávido geek, nerd y/o habitante permanente del cibermundo o un niño que consulta datos y hace su tarea auxiliado por una de estas, o de plano el ama de casa que ya no compra más una revista en un kiosko o un supermercado para “sacar la receta del día”.

En 1982 cuando los estudios Disney crearon para ya épica película “TRON” el promocional denominado “Las computadoras también son personas” (con Elaine Joyce, Steven Lisberger, Joseph Campanella, etc.), predecían ya un futuro en que las entrometidas computadoras personales nos harían la vida mas fácil.

Lo anterior como respuesta a los miedos infundados por escritores y películas de fantasía y ficción (no dije ciencia ficción), que apostaban por degeneradas computadoras que terminarían con la raza humana.

El paradigma era sencillo: un escritorio, una computadora. Repentinamente la necesidad de intercambiar información de manera mas rápida y eficiente, aunado al incipiente nacimiento de la arquitectura cliente-servidor, trae consigo las redes de cómputo.

En este punto ya era posible contar con una valiosa y pomposa herramienta que solo las grandes empresas se podían dar el lujo de tener: el correo electrónico.

La popularización de la Internet y su ca consabida evolución nos permitieron a los simples pero productivos mortales el contar con esa herramienta, la cual aunque en un principio era signo de estatus social (pues no cualquiera tenía computadora en casa y menos aún con enlace a Internet dedicado), hoy ya es algo tan común o más aún que el mismo número telefónico.

La metodología de comunicación por este medio es harto sencilla. Siguiendo el sistema que desde tiempos inmemoriales se seguía en las oficinas. Incluso antes de que existieran computadoras personales en los escritorios, existían en cada uno de estos dos bandejas: una para los documentos entrantes y otra para los documentos salientes. Nace la “bandeja de entrada” y la “bandeja de salida”.

También era parte fundamental de este rústico pero muy efectivo sistema de comunicación interna, la oficina postal (post office), por la que forzosamente tendría que pasar toda información. No importaba si se trataba de “correos” que venían de otro edificio, oficina, ciudad o país o si se trataba de correo interno dentro de el mismo edificio. De esta manera incluso si se quería enviar un sobre desde un escritorio a otro dentro del mismo piso, al final todo pasaba por la oficina postal.

Para que los empleados de escritorio no se molestaran (perdieran el tiempo) haciendo llegar los “correos” de su “bandeja de salida” a la “oficina postal”, en un intervalo de tiempo bien definido con cronogramas y horarios, un diligente y servicial empleado (office boy) paseaba por todos y cada uno de los escritorios con un carrito en el que había dos grandes recipientes. Uno para depositar ahí todos los documentos que estaban en la “bandeja de salida” de el escritorio en turno, mientras que la otra contenía correos que habían sido ya procesados en la “oficina postal” y que si así era el caso, el “office boy” colocaría en la “bandeja de entrada” el correo que estaba destinado para ese mismo escritorio.

¿Se dan cuenta que seguimos utilizando hoy en día mucha terminología de aquellos tiempos?

Los genios de la informática lo único que tuvieron que hacer entonces fue el adaptar ese procedimiento casi directamente a el mundo de la informática, sustituyendo los escritorios por las Computadoras Personales, las bandejas de entrada y salida físicas por espacios en disco y la oficina postal por un Servidor de Correo. ¿Y el empleado del carrito? A él lo sustituyeron por el “Post Office Protocol” versión 3 (POP3) para entregar los correos a los escritorios y por el “Simple Mail Transfer Protocol” para los correos salientes. “Voilá monseiour !!!”

Así trabajamos con el correo electrónico por décadas. Es un método sencillo y eficiente, pero tiene un “bemol” que ahora ya se convirtió en un severo problema. Con este método no es posible tener verdadera colaboración (aunque gente con ganas de vender productos caducos lo diga). Al final el andar enviando, respondiendo y reenviando correos genera una verdadera maraña descomunal que por mas esfuerzos que se han hecho, es evidente la necesidad de un nuevo paradigma.

Google se ha caracterizado por ser una empresa altamente inovadora y especialista en rotura, creación y evolución de paradigmas. Esta vez no es la excepción y traen al mundo Goole Wave. Yo me permito acuñarle el mote de: La Nueva Ola de la Colaboración.

En primer término, toda esta nueva ola está montada ciento por ciento en la nube (cloud computing presente). Enseguida la única herramienta necesaria para poder interactuar con ella es un navegador. El que sea (Mozilla Firefox, Safari de Mac o Microsoft Internet Explorer), no importando en qué plataforma de hardware y/o sistema operativo (portabilidad y escalabilidad presentes).

Ya se que varios de Ustedes queridos lectores saltarán de su asiento y con sus pulmones llenos de aire gritarán un: -”esto ya lo hago con otras herramientas !!!”-. Aquí viene entonces parte de las novedades de Google Wave.

A diferencia de la maraña actual de “colaboración” por correo electrónico, Google Wave trabaja con un método que permite que el correo sea siempre solo uno. Cada pieza de correo es susceptible de ser tratada como un “caso” o carpeta, en donde quienes están ya no copiados sino involucrados, pueden de manera sencilla leer, anexar y/o en su caso eliminar anexos, información, respuestas, etc. Es algo parecido a lo que se hace con las herramientas de administración de contenidos.

Así de manera sencilla y con una interface totalmente interactiva y motorizada con AJAX (no es el limpiador sino “Asinchronous Java And XML), podemos realmente colaborar, intercambiar ideas y crear documentos de manera conjunta, con un considerable ahorro de tiempos, espacio en medios de almacenamiento masivo y por ende, dinero.

Hasta aquí la primera parte de esta aportación que, por las enormes funcionalidades que Google Wave tiene, será necesario que este humilde escritor continúe en aportaciones posteriores.

A diferencia pues de mis aportaciones anteriores, no hay una conclusión. Lo que si puedo ir diciendo es que las grandes casas de software tienen ahora la barra mas alta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario