Jueves, 24 de Septiembre de 2009 01:32
Cuando a finales del 2007 comencé de manera concienzuda a analizar qué seguía dentro de las Tecnologías de la Información, después de haber vivido en carne propia el paso de arquitectura monolítica a distribuida, la popularización de las redes de cómputo, la época de la evolución a cliente-servidor, la explosión de la Internet, el e-commerce, el e-business, la onda “on demand”, el furor de la “Service Oriented Architecture” (SOA), etc. vi en un estado cuasi onírico mientras escuchaba una plática de un proveedor que la palabra ahora era Virtualización.
En este foro he hablado ya bastante de la Virtualización, así como de de sus ya lejanos orígenes a fines de los años 60s en plataformas “mainframe”, de como fue evolucionando en plataformas RISC y su adopción en la plataforma x86. También he mencionado que el siguiente paso natural de este nuevo fenómeno informático es el consolidarse como alternativa y ser el cimiento de el Cómputo en la Nube.
Hoy mi capacidad de asombro se vio nuevamente rebasada y de manera muy positiva, tras ver como empresas en todo el mundo ya ofrecen “Servidores Privados Virtuales” (VPS por sus siglas en inglés), en una modalidad "à la carte".
En una de mis aportaciones a este Blog precisamente intitulado “Dispositivos virtuales à la carte” mencionaba como la comunidad OpenSuse, auspiciada por Novell, ofrecía la posibilidad de “armar” en línea vía navegador el sistema operativo de su preferencia.
De una manera bastante similar a esta, quienes ofertan el VPS permiten "armar" el servidor virtual, presentar cuánto deberemos pagar por concepto del servicio y para finalizar, se nos provee con todas las herramientas necesarias para vía remota poder administrarlo y utilizarlo.
Como ejemplo pongo como referencia a Spry y SevenL Networks Inc, quienes a través de una herramienta gráfica muy intuitiva, nos permite ir "armando" el servidor como si se tratara de un “traje a la medida”.
¿Cuál es el beneficio de esto? Obviamente el beneficio está en que ahora la micro, pequeña y mediana empresa ya no necesitarán adquirir equipos de cómputo que sufran depreciación, posibles fallas, así como tampoco requieran de energía eléctrica, enfriamiento y otros gastos indirectos.
Otro beneficio es el que las compañías en cuestión, por tratarse de servidores virtuales, estos no entran en obsolescencia rápidamente ni tampoco es necesario el invertir en productos y servicios que provean tolerancia a fallas y/o recuperación de desastres.
¿Conclusión? Ahora podemos optar en un Software como Servicio en la nube o, si se requiere de software mas especializado y no exista una alternativa nebulizada, Servidores como Servicio en donde solo sea necesario contar con un buen enlace a Internet.
Entramos entonces a la Informática como Servicio, en donde no existirán fronteras geográficas o hasta tecnológicas en algunos casos, haciéndonos ingresar por la puerta de una nueva era.
¡ Larga vida a la Virtualización y al Cómputo en la Nube !
La mesa está nuevamente servida.
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